El futuro del sexo y la sexualidad

La sexualidad está evolucionando rápidamente y nos llevará más allá de nuestros límites de espacio, tiempo y cuerpo. Pero ¿podremos seguir siendo humanos?

Con miles de aplicaciones como Tinder , Happn , Grindr Grindr o sitios de citas online , la tecnología marcha contra la soledad. A estas alturas, incluso la genética se alista para ayudarnos a descubrir con quién debemos pasar el resto de nuestra vida. Mientras la revolución de encontrar una pareja romántica (real o platónica) por vía electrónica se desarrolla ante nuestros ojos, el impacto de la tecnología en el dormitorio no ha sido tan inmediato. Pero si la tecnología impregna todo el terreno de las relaciones humanas, ¿por qué el sexo y la sexualidad deberían ser una excepción? Aplicaciones y sitios de citas

Sexualidad y tecnología, la próxima pareja de hecho

El arte y la literatura siempre se adelantan a la hora de imaginar nuestro futuro. En el tema de la video sexualidad y los robots sexuales, algunas películas ya han especulado sobre el punto de inflexión del “nuevo mundo sexual”. En la película de 2001 “AI”, Jude Law interpretaba a un gigoló robot programado para hacer el amor. En “Her”, la hermosa historia de amor de 2013 de Spike Jonze, Joaquin Phoenix tenía sexo virtual con un sistema operativo de IA. En “Ex Machina”, de 2015, el personaje de Alicia Vikander era un robot capaz de interpretar y responder a los sentimientos, además de manipular a las personas.

Desde los intentos de transmitir el tacto y las sensaciones a distancia, pasando por la realidad virtual dispuesta a conquistar la industria del porno, hay una clara tendencia que apunta a una nueva convivencia entre sexualidad y tecnología. Y en los albores de una nueva revolución sexual, tenemos que entender cómo la tecnología puede ocupar la zona más íntima de nuestras vidas.

La nueva telepresencia

No creo que a nadie le sorprenda que, en Estados Unidos, un estudio del Statistics Brain Institute haya revelado que el 39% de los adolescentes estadounidenses (13-19 años) y el 59% de los adultos jóvenes (20-26 años) utilizan sus teléfonos para el sexting. ¿Y si estos dispositivos transmitieran no sólo imágenes y sonidos, sino también el tacto y el olor?

Las empresas están trabajando en la “impresión” olfativa. Una tecnología que en el futuro podría llevar a los famosos a difundir (e incluso “embotellar” y vender) su olor natural para mayor placer de sus fans. ¿Un toque de Jennifer Lawrence o Ryan Gosling? En cuanto al tema del tacto, existe un dispositivo llamado Hug Shirt que permite enviar abrazos a distancia, como una especie de mensaje de texto táctil. Se puede decidir la fuerza, la duración, el calor de la piel y el ritmo cardíaco del remitente.

Luego, unos actuadores recrean la misma sensación táctil en la camiseta que se lleva a distancia. ¿Y qué hay de un vídeo de 2011 que prometía una forma de enviar besos “a la francesa” a distancia? El visionario que imaginó tal cosa afirma que, en el futuro, los besos de los famosos podrían ser comprados y compartidos por los usuarios.

El siguiente nivel: realidad virtual y aumentada

Es bastante obvio que la realidad virtual dará una nueva dimensión a la experiencia del porno en 2D. Con la realidad aumentada, en cambio, podríamos encontrar en el futuro imágenes digitales sobre escenarios de la vida real. Los juegos sexuales online multijugador y altamente realistas en 3D no están tan lejos como imaginamos. Ya existen programas como Second Life y Red Light Center que permiten crear avatares y “tener sexo” con otros avatares. Nada nuevo: el porno siempre ha estado a la vanguardia de la revolución tecnológica.

El juguete sexual del futuro será un robot

Hiroshi Ishiguro, inventor y experto en robótica, afirma que los robots sexuales más sofisticados del mundo formarán parte de nuestra vida cotidiana en 2050. Serán recepcionistas, profesores de idiomas, guías de museos y… juguetes sexuales. Un informe del futurólogo Ian Pearson especula que en 2050 el sexo entre humanos y robots será más común que el sexo entre humanos.

Yo lo descartaría categóricamente, pero ¿hay alguna posibilidad de que ocurra? Dado el estado de la tecnología, en teoría podría. Cada vez se oye hablar más de uno de los inventos menos convencionales del universo: la teledildónica. Se trata de juguetes sexuales controlados por un usuario a distancia o por un software y es la antesala de las máquinas de placer robóticas. Ya me imagino el titular de un periódico del futuro: “una mujer demanda a una empresa por romperse una pierna practicando sexo con un robot”. ¿Qué ocurrirá?

Tomemos como ejemplo el “paraíso de la alta tecnología”, Japón, donde la preocupante tendencia de sus jóvenes a perder el interés por el sexo ya está causando algunos problemas sociales graves. No es de extrañar que las empresas japonesas ya estén trabajando en robots con los que los usuarios puedan mantener relaciones sexuales. Si estos robots pueden imitar el sexo de forma satisfactoria, quizá quienes ya tienen dificultades para establecer relaciones en la vida real opten por ellos. Algunos robots sexuales, como el TrueCompanion de silicona y metal, ya detectan los movimientos y la voz del usuario y reaccionan en consecuencia. RealDoll fabrica muñecas para adultos con inteligencia artificial que, según la empresa, pueden sustituir las conversaciones en la vida real. Sí. Como no.


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